Margarita Isaias

Camino azaroso

 

He empezado un difícil camino,

hoy ni mi sombra me acompaña

 la misma tierra borra mis pasos

pues no volveré sobre la marcha.

 

Una copa de vino es mi fiel confidente

cada noche es testigo de mis lágrimas,

no, no sufro por quien decidió marcharse,

 mi lamento es por lo inmenso de mi cama.

 

Cuánta vida desperdiciada en vano,

cuánto amor arrojado a la basura,

sin respeto alguno. Brindo por eso!

El vino no cura, lo sé. Qué me importa?

 

Quiero embriagarme de vino y locura,

recorrer otros caminos, olvidar el dolor

quemar la hoja que tanto me daña

y empezar a escribir si puedo, otro libro.

 

Margarita