Déjame poderle gritar ¡ te quiero !
sin preocupaciones a este mundo
rencoroso, ruín y lisonjero,
gritarles que te amo, con amor profundo.
Que callen las murmuraciones vanas,
que despejen las espinas el camino,
que no hablen, y; silencien las ufanas
predicciones de maldad de mi destino.
Porque todo llegará por mutuo propio
las verdades, hacia el suelo lanzarán
las mentiras recargadas de oprobio
como falsas torres de castillo, caerán.
Un te amo en mi boca, es verdadero
y no acostumbro gritarlo vanamente,
yo lo afirmó y sostengo el ¡te quiero!
sin importarme reacciones de la gente.
Ahora o nunca es la ocasión
gritarle la verdad al mundo entero...cielo
esgrimiendo como bandera la razón
de adorarnos mutuamente y sin recelo.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana BCN, MEXICO, Ago 20/12