No quiero decirte que todo entre nosotros
deba indefectiblemente que existir la felicidad.
Pero al menos, tener algo de ella.
Hoy no la tenemos en absoluto.
¿No te dás cuenta que esto
no va más?
Claro, ahora resulta que el culpable
salgo siendo yo. Siempre yo.
Vós no te declarás culpable de nada.
Sós la inocente víctima
de éste, pobre desgraciado,
como a veces me llamás.
Pero bien que cuando tenía
el poder del dinero...
era bueno y brillante.
Hablando de brillante...
Los aros... aún los tenés ¿no?
Te pregunto nomás.
¿No puedo hacerte esa pregunta?
Está prohibido hacer preguntas...
¿Y entonces, qué hacemos?
¿Vamos a seguir discutiendo
todo el día por ese p.. dinero?
Para vós vale más la guita que yo.
Ah, no, estoy equivocado, claro...
Sí, tenés razón... vós siempre
querés tener razón...
Pero no razonás.
Me estás dando la pauta
evidente de que todo para
vós en tu vida depende
del dinero...
Antes me amabas, me deseabas,
nos acostábamos y ya, ahí nomás
sexo,sexo,sexo...
Y ahora ni siquiera querés que te toque.
¿De dónde sacás ese verso?
¿Y vós? ¿Acaso vós últimamente
no estás haciendo lo mismo?
¡Sí, me estás engañando,
como yo a vós, sí!
¿Con qué cara querés que te lo diga?
Decime lo que quieras, si, dale...
Seguí insultándome nomás...
No, nunca te he rozado
en gesto de abofetearte
o pegarte. Mi padre decía
siempre que el que le pega
a una mujer, es un cobarde.
Y yo me siento lo suficientemente
hombre para soportar todo
este martirio, sin golpearte.
No lo haría, no lo haría nunca...
¿Y todavía me preguntás por qué?
Si vós lo sabés... porque te quiero...
¿Que no te lo demuestro?...
¿Y qué es lo que pretendés?...
Que me porte mejor... como vós lo hacés,
¿verdad? No sé si son infundadas
mis sospechas... si te ofendí
al decirte que me engañabas,
realmente fue porque tuve bronca,
en ese momento...
Sí, te he engañado varias veces,
lo reconozco...
Pero fueron momentos pasajeros...
Tu indiferencia me llevó a ello.
Al menos, veo que aceptás lo que
te estoy diciendo...
Total, de todas maneras, quién soy yo...
nada más que un pobre pobre...
¿Y nuestro pasado?
¿Todo lo que nos habíamos prometido?
Me reconozco culpable...
sí, me reconozco culpable...
de todo... de nuestra situación económica,
la cual es un desastre...
culpable por tu indiferencia,
culpable por mi infidelidad...
culpable porque nuestro hijo se fue de casa...
culpable por ser un jugador empedernido...
culpable por mi aspecto desaliñado...
¿De qué más soy culpable?...
También de que tu familia
no nos visiten...
¡Dios!... no, no me digás eso querida...
Tenés razón, no tengo yo que
nombrar a Dios...
para tu entender no soy digno de nombrarlo...
¿Pero sabés una cosa? A vós te nombro
permanentemente... y a Dios
lo nombro poco... pero como vós,
Él está en mis pensamientos y en
mi corazón...
¿Me creés?...Al menos mirame
cuando te hablo... ¿Me creés?...
Gracias, gracias...
Sabés, voy a hacerte una promesa...
¿Puedo hacerte una promesa?
¿Aceptarías que la haga?...
Gracias nuevamente, amor...
Mirá esa cruz... Mirála por favor,
Y fijate en mí...
(Se arrodilla delante de la cruz de Cristo)
Señor, no sé expresarme...
pero vós conocés mi corazón...
Tan malo no soy...
Quiero... quiero hacer delante de vós
una promesa a mi esposa...
Prometo Dios, a vós y a mi esposa...
cambiar... Tener más responsabilidad
en casa, con mi familia,
ya no he de jugar más,
solamente estaré en contacto
con mi esposa, siempre,
haré que vuelva mi hijo,
y la familia tuya, amor...
trataré de estar siempre impecable...
como hasta hace muy poco tiempo...
No estaré más, así, en presencia...
inmirable...Trataré Dios...esposa trataré,
de cumplir con todo lo que acabo de prometer...
Dame tu mano, mi amor...
¿Creés en lo que he prometido?
Gracias. Lo cumpliré. Juro que lo
cumpliré... no, en vano no... de verdad.
Amor... ¿Podríamos amarnos íntegramente
esta noche?
Quiero dejar de ser culpable.
Nuestra vida cambiará totalmente
desde esta noche.
Amor... me estás acariciando...
Entonces, me querés decir...
Amor... Amor...
(Se besan profunda, intensamente)
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-20/08/2012)