A mi casa llegaste
sin ser invitado
y allá te paseaste
por todos lados.
Fuiste a las habitaciones
a la sala y al baño,
y a todos los rincones
cantando y cantando.
Siempre apareces
tan sorpresivo,
amigo tuqueque
que broma contigo.
Para trepar paredes
tienes experiencia,
Tuqueque tu eres
la Salamanquesa.
Alejandro J. Díaz Valero