¡Quién sabe cuándo decidiste emprender la batalla!
¡Qué segundos luminosos, qué milagro de ese instante!
Levantaste el vuelo con tus grandes alas blancas
rescataste mi alma que flotaba moribunda y ciega entre las aguas
arrastrada a precipitarse en la cascada sin fondo, del engaño
Tú me viste condenado a muerte
¡pudiste haberle aplicado eutanasia a nuestro amor!
pudiste dejar que me perdiera
yo agonizaba sin saberlo
y sepultaba el amor que nos unió
y con él me enterraba sólo
Tu creíste en la resurrección
fue más grande el amor que los rencores
más poderosa tu ternura que las tristezas
Guerrera te armaste de verdades, incansable
me espantaste los buitres y los perros carroñeros del pecado
Heroína mía, exorcizándome demonios y pasados
recibiendo por mi, las heridas y las garras
Escribiéndome una historia heroica con letras de villano
Miro hacia atrás y te adoro estratega mía
Has curado las llagas de mi alma
me has salvado de mi mismo
y ahora estoy aquí sano y salvo
entre estas horas, esta casa y esta vida
Soy tu éxito, guerrera y santa mía
me sacaste de las fauces mismas del infierno
Soy tu logro, emplumado y alado para el vuelo
Ahora mi alma planea contigo en vuelo
hacia donde luz y horizonte son uno sólo.