Inmaculada Carrasco

LA CARA OCULTA DE LA LUNA

LA CARA OCULTA DE LA LUNA

Una De esas noches de insomnio intermedio, de despertares frecuentes, cansado de darle vueltas a la cama, me vestí rápidamente y decidí deambular por el escenario típico de la oscuridad de las calles, buscando una respuesta a mi preocupación, que no me dejaba conciliar el sueño, el sueño de encontrar un amor.

Caminando sin ninguna dirección, la soledad me inundaba, la gente dormía y el cielo soñaba, en mi andadura sólo encontré una luz que me deslumbraba, era la luna, la luna que me hechizaba.

Luna nueva, hermosa y blanca, como no podía contarle a nadie mi temor, decidí sentarme y encapricharme a su favor, y aunque pareciera que no, cada vez que la miraba cambiaba su color, la luna me escucha pensé yo, pero debo de  estar loco, que hago hablándole a la luna, tan solo estoy?, mística, hermosa y solitaria, será por eso, por lo que la hablo yo?

Y me marché despidiéndome de su encuentro, pero de camino a casa, su sombra no me dejaba, me indicaba un camino, un sendero desconocido, la curiosidad me pudo y decidí seguirlo,  en un momento dado la sombra desapareció del camino al levantar la mirada, me percaté de mi destino, allí estabas sentada hablándole a la luna, porque tú también estabas en vilo, porque en el dolor late el amor y la CARA OCULTA DE LA LUNA NOS HA UNIDO