Tres días, con mis nietos.
Ellos son toda mi alegría
Desde que llegan llenan la casa de algarabía,
Tres días se quedan conmigo
Mis bellos y queridos nietos
Sus papis trabajan de noche
Y tres días yo los disfruto
Desde que llegan hasta que se van
Me encanta prepararles cena,
Siempre les encanta el pan
Comienzan dando gracias a Dios,
Y al tiempo los meto a bañar,
Son los días que duermen conmigo
Los deberían escuchar orar,
Oran por todo el mundo, y por sus papis,
Tíos, abuela y primos,
Recitan el Salmo (1)
Y luego se abrazan de mí,
Para luego dormir,
Es como si ese día,
Durmiera en medio de ángeles
me echan sus manos al cuello,
y me besan como nadie.
Por nada cambio ese amor,
que me abraza y me acaricia,
es su inocencia y cariño,
Al día siguiente les preparo, sándwiches,
con dedicación y amor
pues son ellos, lo que yo más quiero.
Y les Pongo su uniforme,
pues no tardará papa,
para llevarlos al cole.
Y así, esos tres días.
Como disfrutó a mis nietos.
Ellos son mi bendición.
Que me llegó del cielo.
Gracias a Dios por mis nietos.
Alicia Pérez Hernández
(No es la pluma la que escribe es el alma)