Mundo de las orillas
en el mar un bote casi sin agujeros, sin embargo seco,
mundo de arena, un poco de agua aunque con sal,
algo de sed y el calor que no se hace esperar,
mundo de madrugada, casi como la espada de Damocles,
un sol a punto de explotar,
es este mundo un nudo a punto de desatarse,
un punto a parte convirtiéndose en final,
es una libra en el bolsillo flaco,
un abrevadero en el campo de jornal
una llama envuelta en viento,
una lágrima, cayendo del rostro,
la primera en morir más allá,
un mundo que se convierte en polvo
en cenizas, en ruido y luego en silencio,
un mundo ajeno que no repara dolor en regalar.
Muchos mundos con las mismas características, se encuentran
chocan pero no se inmutan con el sufrimiento de sus elementos,
muchos mundos vemos desde lejos,
que se desintegran sin enterarse de eso,
mundos dentro de todo el concepto,
mundos mudos, negros vacíos...