Hoy pude verte sonreír, bajo estos pétalos que acarician mi alma;
Hoy te recuerdo más que nunca, pues mi corazón anda vacio;
Y mi voz, coge un puñado de tu alegría, para tocar esta calma;
Como si fuesen golpes inocentes, que aprietan este silencio.
Como lo ajeno, que agita los vientos de esta inmensa ilusión;
Que recorre los sueños perdidos, dentro de esta sensación;
Como si fuesen estrellas fugaces, que se escribirían en lo alto;
Lo hermoso de tu aroma, que rozan los latidos de este canto.
Parece ser que un suspiro, extrañara estas pulsaciones infinitas;
Que cogen un bolígrafo, para poder respirar tu esencia, a lo lejos;
Que cogen la magia de la poesía, para encontrarte bajo los cielos;
Y decirte princesa de mis sueños, eres la reina de mis poesías.
Eres como el cielo, encantadora como la luz que alumbra tu sonrisa;
Eres como el sonido de este corazón, que extraña este sonrisueño;
Allá en el silencio escribo, bajo las piedras milenarias este sueño;
De poderte volver a ver, bajo tu sencillez que aguantan esta prisa.
De decirte en esta noche rota, donde estas quiero volver a verte;
Para abrazarte como nunca, y robarte un nuevo suspiro a tu lado;
Dejarte un aliento, para saber si mi conciencia me ha contestado;
Y decirte bajo la noche, eres la inspiración que arranca estos besos.