Ella era tan bonita, cual un rosal.
Me llevo a su lecho de color blanco
replandeciente de refugio,
en tan apacible hogar.
Ya dentros y mirandonos sin cesar,
senti que fue larga y amena ...
¿nuestra converzacion?
Y seguí pensando mientras nos mirábamos,
depronto vi lo blanco tan cenil
y de antaño todo lo que nos rodeaba.
Mas yo lo entreveía y no,
queriendo burlar esa realidad, luego,
entonces ya vencido, quise escapar ...
Entonces vi tu ceño angelical y blanco,
como diciendome los años no me pasan
sino en lo material.
Quise quedarme pero empecé a bajar
las escaleras hacia la libertad, en vano fue,
Porque tan pronto huí de ella, así la recorde.