Razón porque te siento lejos,
-¡ven!-
…y dale calma a este roto mío,
Donde no hay mares ni rio
Que ahogue mi cuerpo de deseo.
-¡abrázame tu que yo no te veo!
Razón, pondle fe a tanta negrura
Que mi camino es de tierra dura,
Que traigo: los pies sangrando soledad,
El alma escondida en la oscuridad
Y el corazón chorreando amargura.
Que grave vengo, razón, a este presente
Y ya de mis ojos ni lágrimas asoman
Porque la meta me traga, me toma
Y solo siento la eternidad indolente
Que al olvido me lleva eternamente.
-¿Dónde mi poema dormido?
-En alguna hoguera encendido.
Las palabras se van con el viento
Y, ya, a la razón dentro la siento
Igual que siento lo merecido.
Adiós corazón, adiós amados
En un arcano os llevo
Y allá…en la claridad
Os abriré las puertas
Para amaros de nuevo.
Antonia Ceada Acevedo©