(leer el poema esuchando la música del video)
Agoniza el día en el atardecer
cediendo turno a la noche obscura
que se apodera del cielo al nacer
cubriéndolo de sombras con tersura.
En breve comenzará la sinfonía
de grillos, abejorros, ranas y lechuzas
adornando al viento el ritmo y la armonía
de sus cantos, de cópulas y escaramuzas.
Trae a la luna un blanco carruaje
a ocupar su trono en el infinito
con diamantes y luz bordado su traje
creación de ambiente al amor exquisito.
Se deslizan las luciérnagas audaces
al centro de la etérea pista perfumada
del hueledenoche de flores fugaces
danzando encendida su alma enamorada.
Noche, luces tenues, vagos rumores,
tiempo de percibir su música y aromas,
de contarle a las estrellas mis amores
y en el pecho el volar de mil palomas.
Noche, sinónimo de sueño y fantasía,
de cantos al amor en dulces serenatas,
inspiración sempiterna de mi poesía,
abrigo de todas las pasiones insensatas.
Testigo y cómplice de los enamorados,
recóndito refugio de todo lo prohibido,
confesor de tantos secretos guardados,
nocturno remanso al dolor de lo perdido.
Obscura confidente de mis cuitas y penares,
silente testigo de todos mis amores,
refugio habitual donde escondo mis dolores
y donde doy rienda suelta a mis versares.
Fuente inagotable de la sublime inspiración,
escondite de todas las volubles musas,
tálamo donde reposa el sol su pasión
rodeado de estrellas de luces difusas.
Eres finalmente la noche de mi vida,
iluminada por ti, mujer, como antes ninguna
que en mi alma has dejado encendida
la luz intensa de tu Rostro de Luna.
Pronto empezará la agonía del anochecer
que terminará; al rayar el nuevo amanecer
de otro día, al extinguirse la sombra mía
dejando nuestro amor escrito en una poesía.
Y la noche, mi espíritu guardará
en el cáliz, que sus pétalos abrirá
de un nuevo botón de rosa al florecer,
exhalando tu aroma, al caer el atardecer.
Mortaliss