Hay días...
Hay días en que somos tan pequeños...
Días en los que el cuerpo siente frío,
en los que sin razón se seca un río,
en los que escapan ávidos los sueños.
Hay días, turbios días de desgreños
en los que todo es páramo baldío,
en los que el corazón está vacío
y ni de nuestros pasos somos dueños.
Días en los que un cuervo nos devora,
en los que nos asfixia un mar interno
y un machete nos corta la cabeza.
Días en los que el mundo se desdora,
en los que el alma es un severo invierno
y una sombría amante es la tristeza.