Tú, mi amor, la verdadera,
la de carne y hueso.
La de lunares y misterios,
la del amor a flor de piel.
Te entrego en estas frases
mi humilde tributo para que te enteres
de lo que hoy por ti soy.
Quiero que sepas que:
Mis ojos por su cuenta lloran
al recordar tu mirada,
tus temblorosas manos,
tus labios en flor.
Mis manos tus cabellos buscan,
tus hombros y tu cuello;
mis oídos tus suspiros, tu llanto
y tu voz.
Mi piel por tu piel se desgrana,
se opaca en tu vientre
igual que luna en madrugada.
Mis dedos que ya no me dicen nada
cuando estas ausente, lejos de sus alas.
Mis ojos lloran, lloran…
Por tocar tus labios, por besar tus uñas,
por tus senos rozar.
Mi tiempo se acaba, y mi mar se evapora,
la esencia se va.
La vida se queda
disfrutando tus pasos,
tu risa, tus llantos, tu canto,
tu paz.
La vida se queda, se queda contigo.
Y me quedo solo,
muy solo llorando
…en mi soledad.
© Armando Cano