A veces
mi vida fluye como partícula sideral,
entre los huecos del tiempo
sin saber a donde va.
La veo partir cual hilacha al viento,
deprenderse del la tierra
en tenues sombras,
perdiéndose en la lobreguez infinita
del olvido.
Otras veces
sin permiso pedir, se escabulle
entre las grietas de la existencia,
añorando llegar quizá
al paraiso de la negación.
Tal vez
a la orilla de lo desconocido.
ahora que la vida mía
se ha gastado las horas de su tiempo.
Solo recuerdo
esos momentos apasionados,
pasados contigo.
Que no resistieron más, el calor
de tu fogosidad.
bambam