Si no fueras vino prisionero en bodega
Que me seduce al deleite, con su carmesí...
Si no fueras caricia espontánea
Y anunciaras con el arco de tu ceja,
La malicia al hurgar mi cremallera…
Si no fueras beso al descansar, abrazo al amanecer,
Toda una noche sin dejar de hablar…
Si no fueras el amarillo otoñal, que se trepa en mis
Pupilas o el amarillo “mediodía”, de mi verano ardiente…
Si no fueras fe de niña, agilidad de gacela
O alas de pertinaz gorrión…
Si no fueras riel y distancia que se acorta en Zigzag
Viento de noviembre y frío de diciembre para abrazarte…
Ah Si no fueras… mi cielo, si no fueras,
Me estarías dando una razón para dejarte de amar.