Los mismos panes tostados, la misma hora de ayer… o quizá un poco más tarde
solo una pieza de pijama sobre el alma, alma joven pero golpeada.
el mismo pozo de agua en su sitio, el mismo que mi cuerpo,
el mismo que mi pie olvida cada día.
Con las mismas ganas de comerse el mundo por temor a que el mundo pueda comerte a ti.
Es tan poco lo que sabes de mí, es tan poco lo que se de ti.
Azarosamente descubro lo que proyectas y que me negaba a creer…
Me complace saber que tu corazón este lleno de luz, de esperanza, de amor para entregar, que bajo esa mirada inhóspita haya más que tus acostumbradas dosis de conformismo.
Pero… “Peros” esos que nunca van a faltar.El mismo azar me arrastro hasta acá.
Me recibes mientras esperas, que bajo!
No era creíble hasta que el problema dejo de ser mío y fue completamente tuyo.
Empero, en mí… en el silencio de mi alma que lleva ahora otra pieza de pijama,
sin denominación de mi parte,
estupidez, denominación del colectivo
Permanecí allí, recibiendo más que “nada”
Las mejores cosas que conozco de ti, las has cuidado con recelo tanto
que entre tanto y tanto vas haciendo daño
Y sin vacilar en jugar a disimular.
Aunque mi dignidad ya no te respeta, mi alma te perdona
Pues al final del camino, la evolución del golpe a herramienta,
es lo que más me alimenta.
Temo que tus herramientas se conviertan en tus peores golpes,
Lastimosamente involucionas, alimentado por el ego de un alma, cuyos adjetivos me reservo…
Que triste, o más bien nostálgico que ya en la salida de este túnel alcanzo a respirar los hedores de tu abismo.
Gracias a mis sentimientos, a mi alma golpeada
ahora sé que no basto levantarse con “las mismas ganas de comerse al mundo”
porque el mundo cada día se despierta con MÁS ganas de alimentarse de ti…
Gracias a eso, se que vale la pena existir
gracias a eso, este guerrero se despierta con más ganas de vivir;
Quizá sea un adiós, la realidad es que no hay preocupación,
sinceramente espero que algún resurjas de tu maldición.