Pude haberte dicho lo especial
que eras para mí,
que aun siendo tan difícil
visualizaba el futuro junto a ti,
y en mi visión éramos felices.
Habrá alguno
que estando enamorado
conserve la lucidez?
Porque no pude ver?
Y aunque el tiempo ha pasado y pasado
sigo creyendo en tu estampa falsa
y todavía haces alarde
de tu verdad que es mentira
y aun sabiendo en mis interiores,
te vuelvo a creer.
Ya no se si es la ingenuidad mi pecado
o la estupidez.
Sigo resistiéndome
a juzgarte y condenarte
por la dulzura de tu voz
que me domina.
Quizá ya no tengo alma,
ya no me duelen nada tus traiciones,
o tal vez ya me conforme
con los espejismos que sueles dar,
que mas puedes entregar?
menos que farsas!
Solo yo creí que eras genial.
Solo yo te defendí
a pesar de los golpes que recibí
por tu maldita causa.
Me trague el dolor pensando
que merecías otra oportunidad
y otra y otras mil,
pero yo feliz
de no recibir nada a cambio.
Que ridículo pensar que era amor.
Pero ya no.