"Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste,
y te siento lejano".
Con las manos vacías
y el corazón marchito,
se pasan los días,
se oscurece el cielo,
se enfría la calma
y los ojos risueños,
y duele la falta,
del amor del bueno.
Nadie nunca dijo
que sería tan duro,
soñarte sin sueño,
pensarte a los gritos,
cambiar como un trueno
alegría por tristeza,
quererte fue dicha,
olvidarte, no puedo.
A la hora de caer
me temblaron los labios
y ya no pude mantenerme
de pie.
A la hora de caer
se doblaron mis rodillas
y nadie estaba allí
para poderme sostener.
Las cosas pierden sentido,
la vida, las ganas,
el amor, las pasiones,
se vuelven la carga,
no escatimé en lágrimas
te echo tanto de menos!
pero aún lates fuerte
aquí, entre mis senos.
En la vida uno elige
qué lleva en su espalda,
quién lo merece,
y a quién lo descarga,
me has dejado tan sola
que he caído rendida,
pero sabes, yo nunca
me di por vencida.
A la hora de caer
no me importó que doliera
el puñetazo en la pared,
la herida en los nudillos.
A la hora de caer
no me importó qué dijeran
de mi sonrisa invertida,
de mis ojos mendigos.
A la hora de caer,
me miré en el espejo
y no reconocí
a la mujer del reflejo,
pero vi en sus ojos
la fuerza de cien
y aunque sangraba mi alma,
me levanté.