¡Qué dignidad la del alma tuya!
de pie como una montaña
clara y simple como el viento
directa como el sonido
¿Acaso requiere fuerza la verdad?
¿Necesita ella muchas palabras?
Cuando hablas cortas una por una las mentiras
no hay sombra que resista la luz de tus razones
¿Es que requiere la verdad giros complejos para ser ella?
¿No es ella por sí, simplemente hermosa?
A tu paso se van apartando las sombras
y a la mentira se le corre el maquillaje
no le queda más que decir no sé, no entiendo
salir corriendo o hacerse tonta.
Y si quiere resistir, más se hunde, y se ahoga.
¡Qué dignidad la del alma tuya!
Por donde quiera que vas sonríes y aconsejas
¿Existe alguna escuela donde enseñen sabiduría?
Es del temor a Dios de donde emana la tuya
Tantos años de verte y siempre has sido rectilínea
El mal cuando te mira muestra su torpeza
se le ocurre que puede irrespetarte
y tú respondes digna y le pones en su sitio
con tus terribles silencios
cuando la oscuridad muestra su cara de muerto
tu alma erupciona incontenible en verdades transparentes
y si la sombra te resiste queda más evidente lo que es
Hoy que estamos llegando juntos a la tarde de la vida
tengo la certeza que Dios te ha cincelado
y que hace muchos años vivo con un ángel.