Los grises reflejos
las ásperas y muertas naturalezas,
los apegos del viento matinal,
la mañana toda en una gota de lluvia...
Nuestra cálida respiración
dentro de todos un deseo de inmediatez
la rápida y a la vez lenta maraña de pensamientos,
los logros pasados y ya que importa después...
Nos sentamos,
nos burlamos del frío,
él se ríe de nosotros,
de esa forma mágicamente estremecedora como natural,
nos paramos, caminamos,
los pasos nunca fueron tan omisos,
talvez lleguemos tarde, talvez nunca, talvez siempre...
Sin embargo el motor de la vida nunca para
siempre encendido, nos conduce según el destino prefiera,,,