Cada vez que te miro...
Cada vez que te miro, niña mía,
entero tu cariño, su pujanza,
en un torrente por mi sangre avanza
como un corcel en loca algarabía.
Tu mirada es la límpida alegría
que dan las cosas simples, es la danza
de la luna y la mar, es la esperanza
del mañana, es la suave melodía...
Mientras en tu mirada me recubro,
aumenta la codicia de quererte,
el deseo de más y más amarte.
Cada vez que te miro redescubro
la bondad de la vida por tenerte,
su gracia por la dicha de mirarte.