Caia la noche y una manta de angustia cubria al clavel,
consumiendo sin piedad todo rastro de alegria y armonia que habia en él,
sus hojas verdosas de inquietud temblaban,
mientras que sus petalos danzaban al son del tango que sus ojos tocaban.
Su amada, calida y fragil como el primer beso, la rosa habia sido despojada de su lado,
de aquel nicho de tierra donde su ilidio nacio y el amor se habia sembrado,
"Quizas sea el destino o yo mismo lo he provocado, pero no me dare por vencido,
volvere a su lado", dijo el clavel.
Inundado de amor y delirio, esforzose y del suelo sus raices vieron la luz del sol,
y de la luz camino su sombra, haciendose grande mientras se alejaba,
largo fue el sendero, una lluvia de esperanza lo empapaba,
la soldedad ya no soportaba, y cuando la noche se hacia dia,
como luz en la penumbra aparecio ella frente a el,
radiente la rosa sonrio , su amado habia vuelto po ella,
quejumbroso el clavel le decia " jamas me separare de ti mi dama bella",
con su alma rebozante en satisfaccion se sento junto a su musa,
y las horas fueron olas en su mar de caricias y besos,
un abrazo sello su amorio ...
El viento fue testigo de su felicidad y tambien de su ocaso.