Sentencias amargas.
Ese astro opaco
que en el cielo diviso,
eres tú desde el día
de la cobarde huida
hoy triste paria
silencioso y perdido.
Lástima me provoca
el miserable aspecto
de tu cuerpo,
la hondura y la tristeza
de tu mirar absorto,
buscando cosas
que no están
pues las echaste
por hastío.
A todos nos complace
sustituir cosas usadas
mas el peligro acecha
en cada esquina,
así llegamos
a la gran torpeza,
de echar a la basura
lo que más útil
tuvimos en la vida.
Artero, presentido
el infalible boomerang,
regresa convertido
en sentencias amargas,
para cobrar con creces
a quien alzó la mano,
lanzando arma mortal
que no perdona.
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN URDANETA.