Pasó el tiempo y pasó con su pasar eterno,
enfriando el amor con fuerte frío de invierno.
Y el cielo se cubrió con brunos nubarrones
oscureciendo todo en sus dos corazones.
Se marchitó el amor, que un día se tuvieron,
y polvo se volvió todo lo que vivieron.
Así llegó el final, en un fugaz momento…
todo lo que fueron se marchó con el viento.
Ella quiso vivir otra historia atrevida,
pero llegó la muerte y se llevó su vida.
Fue la triste historia de un amor peregrino,
de corta duración por culpa del destino…
Autora:
Amelia Suárez Oquendo
Amediana
23 de agosto de 2012