Es un presagio cuando toco tu vientre
¡el roce de mis labios sobre tu ombligo!
Dejo que mi mano platique
con tu muslo
dialogue con tus senos
y se duerma cansada en tu cuello.
Todo se va dando sin decirnos nada
al igual que las horas
en que estoy contigo
-se desbordan minutos a la vera de la cama-
Y platico contigo sin decirte nada
respondiendo tus manos
sobre mi cuerpo
Mientras mi saliva se pasea en tu vientre:
No te digo nada…¡nada!
Sólo barbotea mi sudor
y un sonido agudo se ahoga en mi garganta.
*****************************************************Sergio Jacobo “elpoetairreverente”