Libertad fugitiva
de la silla y del destino,
prodigio de la máscara extingida,
cuerpo de mujer
que vuelve como estatua
de lunas sin brillo.
Recóndita existencia
sin el pesar de la risa
de tus alas quebradas
y de tu corazón congelado.
La lágrima amante,
distante pradera
que vierte sus hojas
en soledades ajenas.