flavio alexander

tu

Tú eres la mariposa
que voló al despertar:
Vas trazando arabescos
con tus alas de arroyo,
vas buscando las flores
que murieron sin tregua.

Tú eres una mujer,
un poco soy yo y un poco eres tú,
y por esas huellas livianas de arena
te sigo por el borde de todos mis deseos,
te invento  pretexto
de amarte hasta el abismo,
hasta ser uno solo
en el confín de los sueños.