Y el día partió llevándose ganas de tí…
Me quedaron represadas palabras por decir…
Quise decirte que en ese cielo infinito
a las nubes pido permiso,
para viajar entre ellas y buscarte.
Que le das color a mi jardín de sueños,
que eres el nuevo aire que respiro y quizá el último.
Que inquieto y tremendo está mi corazón y
en mi piel se anidan deseos sabor a ti…
Dices que soy luz en tu vida, y es que yo antes no encendía.
…Hay un algo en esto que no sé cómo llamarlo,
sólo sé que te siento, que te extraño y te pienso,
que anhelo la luz del nuevo día para tenerte
y detesto que él se vaya negándome minutos para verte.
Tampoco te dije que me siento tal cual adolescente,
jugamos a conocernos descubriendo nuestras almas,
y sé que a ti te pasa lo mismo… te veo de colores,
respiras aires de esperanza, sudas con olor a mí.
Sé que al abrir los ojos al nuevo día me piensas…
Que me nombras mil veces, y tus labios tiemblan
en cada sílaba que te habla de mí.
¡Que no me señalen por esto que siento!
…tiene sabor a prohibido, eso es cierto…
¿O es que nadie tiene algún “secreto vivido”?
¡No me vengan con cuentos…!
…Y el día partió llevándose ganas de tí…