No es tu recuerdo el que me llama.
Es tu voz quien acude a mi.
No son tus manos las que me aclaman
Es tu poema antaño el que necesita de mi.
No es la causa quien libera,
son nuestras manos soberanas las que tejen libertad
No es la fuerza quien enseña,
son versos los maestros de la voluntad.
Es tu paisaje el sabor de la noche
es mi misterio amigo del mar
son nuestros pensamientos el principio del orden
y nuestro cuerpo la expresión de serenidad.
Hoy nuestra lucha será memorable
nuestras armas son plumas de tinta celeste.
mañana el tiempo será un recuerdo honorable
y nuestra paz será forjada en un camino indeleble.