MARTA LUISA

El amor de una madre a sus hijos

Quien pudiera he hiciera lo que tú haces,

Quien soñara tus mismos sueños

Y fuera dueño de tus mismas ilusiones,

Sería realmente feliz.

 

Quien pudiera ser como tu pequeño pimpollo;

Pimpollo que algún día de mi jardín será mi más bella flor.

Y que siempre cautivara mi corazón.

Cualquiera  en mi lugar sería realmente feliz.

 

Quien tuviera tus ojos el cielo, y tu mirada angelical,

la pureza de tu alma y la inocencia de tu andar,

Sería realmente  feliz.

 

Quien pudiera transformar la tristeza en alegría,

Y en la palma de la vida una lagrima atrapar

Y bajo una lluvia de verano dejarla lentamente escapar;

 

Quien pudiera como yo tu dulce frente besar

Mientras te protejo entre mis brazos y de tu pequeño corazón

Sentir cada uno de su palpitar,

Creo que podría las estrellas alcanza.

 

Quien pudiera a tu lado todos los dias soñar

Soñar con cosas y hacerlas realidad

Todo vale la pena con solo poder a tu lado estar,

 

Quien pudiera verte crecer con una gran emoción y rodeada de amor,

estaría  como yo  llena de temor

que alguien lastimara tu frágil corazón

Y lo dejara cargado de dolor

evitarte cualquier tristeza  que te puedan causar me hace realmente feliz.

 

                      FIN

                                     Marta Luisa Eichelberger