Doble E

Un escrito más.

Así fue como todo comenzó terminando en algo que ni un nombre podría dar, esos vacíos que nunca fueron llenados, solo dejaron de existir; el amor jamás se extinguirá por un “nosotros” que quedo en el túnel del tiempo, y nuestros besos desvanecidos en el viento. El látigo del destino me castigo, te dio otro amor, mientras a mi me enseño como llorar sin que ni el silencio se enterara; aunque son cosas del pasado, pertenecerá siempre a la única vida que el omnipotente me obsequio, así que negar lo sentido en un escrito más, para mi será una falsa verdad que no querré vivir. Una duda que morirá conmigo será: ¿por qué las personas tienden dejarle todo al tiempo? En fin, nunca entenderé tras muchas historias y relatos que he llegado a leer y escuchar, pues el tiempo solo es un árbitro en nuestra vida, y no dejare que decida por mí. Considero que la memoria humana es una orgullosa e interesada, pues recuerda lo que solo a ella le apetece; el corazón como todo un soñador, dejándose llevar por sus instintos, y entonces es donde suelo detenerme ¿qué decisión llegare yo a tomar sin ellos? Ninguna probablemente. Esto me hace recordar el yoga, puesto que era en los únicos momentos que me sentía solo, un muerto que en la vida se encontraba gozando de su libertad a la necesidad de si mismo. El odio, la mentira, la inseguridad en si mismo, hasta el orgullo, complementan y dan un equilibrio a lo que somos, y si, lo sé; el odio no es bueno, la mentira nació de él, y probablemente esa inseguridad nos crea esa barrera a la cual llamamos orgullo. Somos una creación destinada a la superación, en lo cual somos unos expertos cuando de avanzar en ciencias, y tecnología hablamos, pero aquí caemos en el error, en eso que no decidimos nosotros, enamorarse o amar a alguien. El Amor, no es un sentimiento, no que va, el amor es como el aire que día a día respiramos y como el agua que nos mantiene con vida en el planeta tierra, el amor es parte de este planeta, probablemente un contaminante no letal, pero si capaz de reproducir bacterias en nosotros llamados sentimientos, y aunque no lo aceptemos el odio solo necesita una gota de amor para poder existir. Tal vez Albert Einstein no se equivoco al decir: “Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después todo el amor pertenece a los pensamientos... Y yo aun no termino de pensarte.