Quise hacer un viaje a mis adentros, fue voluntario, por supuesto.
Aprovechando mis recursos de poeta, emprendí este viaje sin maletas.
Quise retirarme del mundo exterior, para hacer turismo en mi mundo interior.
Fue un viaje muy interesante, de haberlo sabido, lo hubiese hecho antes.
Encontrarme conmigo mismo, me ayudó a saltar insalvables abismos.
Y fue allí en ese mágico mundo de quietud, donde pude sentirme a plenitud.
Hallé esperanzas destrozadas, y a todas les hice sus retocadas.
Hallé muchos sueños sin cumplir, que habían dejado de relucir.
A cada uno le di reactivación, y esperar su pronta realización.
Vi recuerdos olvidados, y no quise despertarlos de su sueño encantado.
Vi sentimientos medio confusos, y pretendí darle forma, pues no eran muchos.
Vi nostalgias que se multiplicaban, y llantos reprimidos que no reventaban.
Encontré deseos arrinconados, que de tanto esperar, estaban apagados.
Hallé ciertos rencores, que por estar estorbando les di sus borrones.
Vi también un manojos de esperanzas, y nunca pensé que fueran tantas.
Fue un viaje tan intenso, y eso que fue sólo a mis adentros.
Y ahora después de esta experiencia, quiero ir allá con más frecuencia.
Adiós amigos hasta luego, me voy a recorrer mi mundo de nuevo.
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