Surge cada día nueva hierva
y nace sobre ella nuevo sol;
es siempre la mañana una nueva
aunque se persiva cada día el mismo olor.
Se convierte el amor en fuerte ira
y se pierde el viejo amor en el viento;
como cambia una mujer la felonía
aunque la siga envenenando el mismo aliento.
Es entonces el cambio impredecible
como es impredecible el amor y el desdén,
es el cambio un misterio, como el cura,
cuando sella sus secretos al amén.