A mi hija que nació pero que nunca abrió sus ojitos “KK”
Amada hija, hoy no sabes que doloroso fue para mí traerte al mundo y saber y ver que llegaste muerta…
Mi angelito sentí ganas de morir cuando pedí verte para despedirme de ti y darte la bendición y vi tus ojos cerrados los cuales jamás podre ver.
Mi vida hoy me encuentro sumergida en una profunda tristeza. Pues siento que mi corazón dejo de latir cuando el tuyo se detuvo.
Sabes mi Katherine. Hoy me sorprendo al sentir cuanto se puede llegar a amar a alguien que jamás hemos visto, a alguien que solo sentimos por 8 meses creciendo dentro de nuestro cuerpo y que se llega a querer más que nuestra propia vida.
Sabes mi niña. Hoy le hago muchas preguntas a dios… quisiera que me explicara ¿el por que? ¿El que fue lo que sucedió? Quisiera que me dijera ¿Qué paso? Pero después me pongo a pensar ¿Quién soy yo para pedir a dios todopoderoso que me explique algo? Y aunque no entiendo su decisión… la acepto y la respeto.
Solo quiero pedirle que no me siga mandando pruebas tan duras pues siento que cada vez son más fuertes y a veces me siento sin fuerzas para seguir adelante…
A ti mi angelito, Mi Katherine Katiuska (KK) gracias por permitirme sentirte, gracias por hacerme soñar, gracias por ser mi hija durante 36 semanas que te tuve en mi vientre. Te amo y espero poder algún día cuidarte y decirte cuanto te extraño.
Tú mamá Adelaida
Para mi hija que nunca abrió sus ojitos.
Katherine Katiuska (KK)