No hay nada más hermoso
que dormir con tu nombre en mis labios.
Soñar después de haber reido tanto,
más aún si fue contigo.
Dormir cada noche dibujandote con la mente,
imaginandote con cada gesto
y robandote una risa tras otra,
de aquellos labios que mis ojos no ven moverse,
entonces no me queda nada más que esto;
imaginarte y sentirte feliz
como haces que yo me sienta por ti.
Entre sueños llegar con una nube por tu ventana,
subirte en ella y volar del ocaso al alba,
perdiendo nuestro celibato con cada beso mutuo
que nos una, una y otra vez.
Pero ya ni dormir puedo
si escribiendote toda la noche estaría,
mas el deseo de otra vez soñarte
es lo que me hace cerrar los ojos
y rogar al cielo soñarte riendotecada día.
Así te quiero ver mi bella durmiente...