Tu nombre me recuerda tanto a mí, Que casi me siento presente en ti. Ayer nos dijimos adiós, Pero sé que jamás me olvidarás Porque yo estoy en ti. Estaré en ti hasta el día en que muera. No serás mía, pero de mi te acordarás. Ya es demasiado tarde… Éste corazón ya te olvido, pero tú a mi no. Me recordarás en aquel a quien hoy besas apasionadamente, Estaré en aquel a quien te entregas con locura y te arrepentirás de haber dejado a éste corazón. El día que me olvides será el día que, Sin previo aviso, abandone éste mundo… Y llorarás por mi partida… Llorarás tanto como yo lloré tu partida. Buenas Noches amada mía, fue un placer haberte amado y haberte olvidado.
© Antonio Quesada Espinoza. Todos los derechos reservados