Te pienso en la noche negra,
Que me enfría los huesos,
Mientras te dibujo entre sombras,
Que dejaron tus besos,
Te extraño de corazón y mente,
Te sueño de mañana y presente,
A veces me pregunto en qué calle me olvidaste,
Otras me pregunto si en verdad me amaste.
Me leí todos tus mensajes y cartas,
Quizás por la nostalgia de volver al ayer,
O por la costumbre de siempre leerte,
Pedias que no fuera de tu vida,
En lontananza decías que me necesitabas,
Fuiste distinta cuando te dije lo mismo,
Simplemente te fuiste y me dejaste atrás,
Sin pensar en lo largo que se hizo el camino.
La sabiduría humilde
Pregunta altiva,
A donde fuiste,
Llevándote un vendaval en el alma,
Te fuiste de pronto,
De mi amor eterno,
Que te busca entre risas,
Para amarte sin prisas.