Arropada
con la manta de mi cariño
sosegada tu inocencia,
reposas envuelta en mis brazos.
Al despertar la mañana
presurosos el vuelo levantamos,
cual nómadas sin rumbo
vagamundeamos
retozando en la pradera del amor.
Enganchada al brazo
brincas alegre alrededor, como una niña.
Cogidos de la mano,
en rondeos jubilos andamos.
Así felices el tiempo pasamos.
Por la tarde
morir el arrebol crepuscular vemos,
la oscuridad se acerca, la noche insensata llega,
el brillo bullicioso de tus ojos
las estrellas opaca.
Densa niebla la mente cubre
tu figura
esfumándose del espejo de mis
sueños huye.
te alejas estirando lo brazos, extiendo lo míos
tratando detenerte,
es inutil, así como llegas,
así te vas.
bambam