Voy con mi sujeto, disfrutando y
sintiendo la libertad de andar
por este paraíso central que tu llamas cárcel
y miseria de esta sociedad.
Cada paso firme que damos, rompemos con las
cadenas de este presidio que nos
venden e imponen matutinamente
en eso que tu llamas “noticias”
las que estallan como bombas
de miedo, inseguridad e intranquilidad, son los
titulares rancios, sin eficacia y con influencia,
provocando ondas letales en tu mente
desocupada sin conciencia.
Mi sujeto me invita a tomar asiento
y siento que encontré mi norte y mi soporte
aconteció contra mí el despertar de mi mente
y la fascinación por esta realidad presente.
Me robaron la idea de pensar que sentarme a observar
iba a terminar con mi vida
me dispararon palabras que mataron
la mediocridad que me inundaba y perseguía
secuestraron mi atención conversaciones
sabias y profundas
de caballeros con vestimenta humilde y sencilla
pero de mentes ricas e infinitas
golpearon mi corazón al ver imágenes frisadas
de trabajo y superación, bote lo que conocía como
vandalismo y delincuencia.
Cruce con mi sujeto este paraíso central con todas
mis pertenencias, pero salí de el despojada
de todo lo vago y erróneo que conocía.