Efraín Galdámez.
Como el águila se rejuvenece, desde su
interior,
y poder las grandes alturas alcanzar.
y desde, ese punto poder contemplar
en todo momento tu amor y seguir siendo
un
soñador,
y volar por el mundo en su totalidad,
extendiendo a lo ancho mis alas.
Deslizándome desde esas alturas en el
viento,
buscando en algún lugar mí otra mitad.
y cuando el águila ya haya rejuvenecido,
ya allá en la parte más alta del risco,
donde se encuentra su hogar su nido,
donde quizás ningún ojo le ha visto,
en silencio cura su corazón herido.
Nuevamente alzando su vuelo.
Cada día se convierte en una eternidad,
por luchar por vivir por soñar.
Sabiendo que aquel amor que se ha
perdido,
se fue en busca de su propia felicidad.
Su vuelo terminara algún día,
aun después de rejuvenecida,
y el águila en el final de su vida
llorara un amor que no se olvida...
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