Una vez, dos veces, hasta tres,
es lo que se puede tolerar,
lo que se puede aguantar,
aunque el daño intrínseco,
remueve quejas añejas,
mudos lamentos empequeñecidos por el frío tratar...
Raudos pensamientos tiritan en lo brutal,
acalambran los músculos más recios,
desmadran el color, lo hacen gris,
pisotean como bota enorme el tierno brote, la dulce hierba,
pisan y amoralmente su indiferencia hace gritar al silencio,
ahora solo cal;
los negros perros infernales se relamen,
babean insatisfechos;
nunca tuvieron más hematomas,
los cuellos, las manos, los ojos;
las huellas ya se borran,
el camino hacia la paz
es una leyenda que se borra de a pocos,
una historia grisácea,
vendas en los momentos,
ruinas y edad...
Una carcajada ya se escucha,
una y otra más,
muchos verdugos tiene la verdad,
muchos cadalzos formados ya están,
tres jueces de distintos vestidos,
el gentío todo verde, marrón, rojo y negro,
la bulla amarga,
la puerta se abre,
las hachas y las cuerdas,
el ángel baja sus alas,
las llamas esperarán,,,