Jose Felix Rodriguez M

Morena...

Morena…

Me perderé en las

dunas de tus morenas

caderas…

            Eres el último astro

que florece en mi

cama…

 

            Te hare el amor

y luego saldré

con mi cilla plegable

a sentarme

en la terraza a

buscar presagios y

oráculos acerca de  lo

vivido.

 

O a invocar al espíritu

de la lluvia

dedicándome

al oficio

de mi abuelo

-haciéndole niebla

a la montaña-…

 

            Y así se asoma ella

como el mas

clásico cliché de terror

de verano americano…

 

            Así sale luna parpadea

y se va.

 

<

en el instante en el que

el sol

asalte la mañana con

un arsenal de bombillas

-desde detrás de

aquellos picachos-

dejando

muertito al nocturnal

merideño en pleno

madrugonaso>>…

            ¨Por eso no dormiré

porque el ciclópeo

ojo de la noche

-aun filma y

observa-…

 

            Rastreare las dulces

e inocentes formas

núbiles de la infancia…

 

<

Antares y sus hermanas!>>.

 

<

estrellas>>, y

Gloria rencorosa

observa desde su

ocular laser

con la dureza de

su perfil acerado…

 

            ese es el único plan que

tengo para

hacerte un

vestido con el cosmos.

 

N(i).

P(uta).

I(dea).

 

De/ donde sacare hilo y aguja

para coser/.

Posiblemente solo pida

a las

estrellas muy

amablemente que se

conviertan en

vestido tu talla

-las que no accedan-

las torturare con besos

carnívoros, caricias de

tercio pelo y orgasmos de neón…

 

            <

dormiré esta noche>>.

 

Ya para mañana tendré tu

vestido y tu desayuno

 

(…)

 

Ojuelos de cereal

sol mañanero con

azúcar celeste