La tierra está blanda
la ablandó la llovizna;
el pájaro canta
y brota la semilla.
Ya no está endurecida
la lluvia le mojó la cara
dejándola sonreída
para que flores brotaran.
La tierra huele diferente
ahora huele a primavera,
como si todo el ambiente
tuviera tierra nueva.
Ya no está endurecida
la llovizna le cambió su cara
por eso alegre nos convida
a quererla y a cuidarla.
Alejandro J. Díaz Valero