Los intentos de absorber
en mis sueños,
el perfume a tierra mojada de tu cabello,
tan negro como el azabache.
Fallidos quedan.
Apasionado de tí,
la desazón se apodera de mi mente.
La niebla del despertar
se desvanece, se extinguen las fantasías.
Ya no hay lugar para los suspiros,
Sólo quedan los extravios,
y las aromas procedentes de tu cuerpo,
pegadas a mi ser.
Sin tí, las tardes
doblegan los pensamientos al cavilarte
decorándolos con angustias,
coagulando las ganas
de tenerte entre los brazos.
La vigilia
tarda una eternidad en marcharse.
Alguien dijo
que los besos causan adicción,
y si eso es verdadero.
Soy adiccto a los tuyos.
bambam