Mujer prohibida
Mujer inalcanzable
Mujer soñada
Mujer no mía
Si fueses mía un día
¿qué me queda por soñar?
Te amo lejana
Te amo intocada
Te amo desesperado
Te amo más que más
Amo tu pelo
Amo tu respiración
Amo tus alhajas de fantasía
Amo el aire que vas dejando
en el camino.
Me basta saber que estás
Me basta que me mires de reojo
Ma halaga saber que habito en tu memoria
(en ocasiones)
Me basta creer que a veces me recuerdas.
Cuando me miras
siento mis manos traspirosas.
Cuando me hablas
miro la punta de mis zapatos
y quiero embotellar tu voz
y conservarla.
A veces he tocado tus manos
y el escalofrío se queda en mi espalda
un buen rato...
Y sueño que esas manos rozan mi cara
y me considero presumido, imbécil. un don nadie,
por pensar eso...
Quién inventó tus labios tan rojos....?
Mejor es que no me besen nunca.
No quiero ver a mis antepasados.
Ni cuando Dios creó la luz para iluminar el todo.
Prefiero seguir normal
escribiendo mis pretensiones ridículas
en mi cuaderno.
Como por ejemplo:
Querer convertirme en el hombre perfecto
al cual tu corres a recibirlo
con tus manitas abiertas de par en par,
y compartir tu mesa,
y que escuches atenta mis hazañas.
Después desvestirnos... y
hacer el amor.
Y al otro día, partir lejos.
Para así dejar en ti la sensación
de lo mejor...
lo excelso... la simiente.
Mujer prohibida
Mujer incalcanzable
Mujer soñada
Mujer lejana
Mujer nunca mía.
Quiero que me insultes
Quiero que me odies
Quiero que me agredas
Quiero que me escupas la cara.
Ayúdame a olvidarte para siempre
Ayúdame a dejar de ser un bobo por ti
Ayúdame a salir de mi sopor
Ayúdame a querer mis canas
Ayúdame a aceptarme
Ayúdame a esperar... nada.
Sólo eso...
Cuando nos crucemos en la calle,
pasa de largo... despréciame.
Bésate con otro hombre ante mi...
Has algo...
Pero no me digas que estás sola.
Que prefieres estar sola
Sola... sola... sola...
(retumba mi mente)
¡Y me lo dices a mi...!
Que lo único que tengo es
Mi cuaderno, mi carbónico
Mis pensamientos
Mis lamentos escondidos
Mi verguenza de adorarte
Mi invierno interminable.
Miro mi barrio... y está vacío.
Miro mis manos... y están frías.
A veces...
quisiera ser el aire helado
que transita por las calles en la noche,
y poder llegar hasta tu casa
tocar a tu ventana
susurrar a tu oído
y darte a entender que soy yo
y que cada neurona de mi cerebro
se entrelace con las tuyas
y ser cómplice en tu sueño.
Eres la representación plena
Del amor más inmensamente
ingente que habita en mi.
Porque nunca he osado tocarte
Porque nunca me he atrevido a abrazarte
Porque nunca sabrás lo que siento
Porque nunca jamás... serás mía
(es mejor que sea así).
P.D. Las flores del desierto
son bellas donde están
En la mano
pierden su esplendor.