Karina, una palabra hecha un suspiro de nostalgia
es una melodía desencadenada
que me consume y me deja con ansias
de amor en el silencio, a la luz de la nada.
Al ritmo de una noche de estrellas
cierro los ojos para verte en la pradera
recogiendo flores porque eres bella
adornando el mundo en primavera.
Rozo por un instante tu alma
y siento esa paz inocente y blanda
que me transporta a un lugar entre la alborada
donde tu te transformas en mi almohada.
Imagino tus besos volando hacia el infinito
donde el placer se transforma en tu instinto
que es la gloria para mis sentidos
los cuales suspiran por tus delirios.
Nada existe sin tus ojos claros de rocío
que iluminan mi vida aclarando mis motivos
alabándote esos días divinos
con el dulce sabor a vino.
Alzo mi mirada al cielo y pienso alcanzarlo
sólo por tenerte cerca deseando el ocaso
sólo por mirarte una vez mas pensando en tus labios
que son el comienzo de lo deseado.