Cuando cumplí 70, me acorde de los dolores
que me contastes
cuando me trajiste a este mundo.
Pero yo con tus caricias, nunca supe de tus dolores
cuando me acariciastes al nacer.
(Tambien me conto mi padre)
Y cuando me amamantabas sentí amparo en tus pechos.
Siempre me protegiste y asi fué mi vida, de protección.
Siempre estuviste conmigo, nunca me abandonaste.
(Tambien me conto mi padre)
Y yo que pensé cuidarte cuando te hacias vieja
no pude hacerlo, porque el cielo te reclamo antes.
Y no pudiste orientarme más,
porque te fuiste sin decirme adios.
Tu hijo
Tegicigalpa 10-06-09