Tarde en la noche de mi vida,
mi alma ha encontrado,
casi imperceptiblemente al sentir
y al respiro de mi afanosa existencia,
el oasis del amor,
tu mujer de mi vida,
lograste enamorarme en un tris,
sin tan siquiera proponértelo,
-menos aún yo-
convertirte en la esencia que mi alma
necesita a diario para existir.
En el oasis lleno de amor
de tu alma,
he renacido nuevamente al
latir del amar nuevamente,
como si fuese la vez primera,
-me he convertido en un joven amante-
nudos en la garganta,
tus ojos me ciegan y se acelera
locamente mi corazón,
en un desenfrenado intento
por salirse de mi pecho enamorado
para abrazarte en una sola voz,
-tu sola presencia me vuela los sentidos-
veo la vida de manera diferente,
-aún estando en el otoño de mi vida-
me siento un crío enloquecido,
que vibra entera mi alma cada vez
que te respiro cerca.
Llegaste,
y las puertas de mi alma
han sido abiertas de par en par,
para que entres y te apropies de cada sentido,
ya no me pertenecen son tuyos para siempre,
-eres el oasis-
que necesitaba como el aire que respiro,
eres el amor que me hace vivir
cada segundo del día todos los
días de mi vida,
-mujer oasis-
eres el manantial que irradia
la llama del amor,
que iluminó mi alma para siempre…