Un sueño más arrojado al viento,
tristes mariposas sin color ni alas
hermosa quimera que no resultó
dejando de nuevo mi alma herida.
Caminando bajo la lluvia inclemente,
donde finas gotas de cristal resbalan
por mi cara crueles e inmisericordes.
Maldigo este corazón que necesita amar.
Las lágrimas arden a pesar del frío,
un alarido desgarrara mi garganta
pues no soporto estos sentimientos,
arrancar de mi, el corazón quisiera.
Quiero hacerlo pedazos con mis manos,
bañarme en su sangre hasta que muera
lastimarlo, si, pisotearlo sin miramientos,
arrojarlo lejos sin ninguna misericordia.
Odio que palpite, que extrañe el amor,
la compañía, la complicidad, la cercanía
de otro ser que lo arrope en sus brazos,
odio que insista y haga sufrir el alma mía.
Margarita